La puerta del garaje está expuesta de manera constante a condiciones muy diferentes. Eso quiere decir que sufre de forma continuada, ya no solo por el uso que se le da con la entrada y salida de vehículos, sino por todo lo que puede incidir sobre ella y que, en muchas ocasiones, es incontrolable. Uno de esos factores que resultan dañinos son las altas temperaturas. Ahora mismo estamos en verano y ya han pasado varias olas de calor, con lo que el sol está apretando. ¿Sabes cómo afecta el calor a una puerta automática de garaje? ¡Ten todo en cuenta!
¡Te contamos cómo afecta el calor a una puerta automática del garaje!
- Hinchazón de materiales: Las puertas de garaje, por norma general, suelen estar fabricadas con metal o plástico. Incluso, algunas de ellas, también están hechas con madera. Lo que podemos decirte es que las altas temperaturas, en algunos casos, hacen que estos materiales se expandan, con lo que se pueden producir algunos desajustes mecánicos en la puerta, lo que repercutirá en su funcionamiento. Esto es muy importante a la hora de saber cómo afecta el calor a una puerta automática de garaje.
- Daños en sistemas: Las puertas de garaje cuentan con muchos sensores, los cuales ayudan a que trabajen con normalidad. El hecho de que los mismos estén expuestos durante largos periodos de tiempo a temperaturas extremas, en ocasiones, genera fallos electrónicos. Cuando estos se producen, la puerta del garaje dejará de trabajar de un modo óptimo. Por eso es tan importante ir haciendo revisiones regulares para detectar cualquier fallo que se haya producido.
- Mala lubricación: Cuando se habla de cómo afecta el calor a una puerta automática de garaje, es inevitable destacar la pérdida de efectividad que, en algunos casos, sufren los lubricantes. Son sustancias viscosas y gruesas, que resultan determinantes para que algunos elementos como bisagras o juntas ofrezcan el máximo rendimiento. Pues bien, las altas temperaturas hacen que se vuelvan más finos, perdiendo efectividad. La consecuencia es que algunos mecanismos de la puerta no te darán los resultados esperados.
- Motor estropeado: Para que una puerta de garaje funcione, es de vital importancia que el motor se encuentre en perfectas condiciones. Pues bien, un motor también sufre con un calor excesivo y hace que no genere la potencia necesaria para que la puerta se abra y se cierre con normalidad.
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