Una puerta de garaje, antes de nada, tenemos que decirte que es un elemento que ha evolucionado mucho con el paso del tiempo y que, gracias a todo lo que se ha invertido en mecanismos de seguridad, lo normal es que funcione con absoluta normalidad, sin poner en riesgo la integridad física de personas y vehículos. Para que esto sea así, lo mejor es recurrir a fabricantes e instaladores de absoluta confianza y que gocen de una gran experiencia dentro del sector. En Automatizaciones Lázaro lo somos y estaremos encantados de trabajar contigo. Te dejamos en este artículo algunos riesgos existentes con las puertas de garaje. Algunos de ellos aparecen cuando las cosas no se hacen del todo bien. ¡Con nosotros todo irá bien!
Ten en cuenta los riesgos existentes con las puertas de garaje
- Fallos mecánicos: Quizás no es lo más peligroso, pero sí lo que más puede trastocar los planes de quienes tienen que dejar el vehículo en el garaje o salir del mismo. Cuando hay un error dentro del sistema, la puerta no va a funcionar o lo hará de un modo inadecuado, por lo que serán muchos los usuarios que se verán afectados. ¿Por qué puede ocurrir? Aunque el azar está presente, también hay que tener en cuenta que puedes haber confiado en alguien que haya hecho una mala instalación o no haya tenido en cuenta el entorno que la rodea a la hora de escoger la puerta o las medidas para protegerla.
- Atrapamientos: Entre los riesgos existentes con las puertas de garaje, aquí tenemos el más peligroso. Volvemos a insistir en que es muy raro que ocurra, pero hay que tener presente que pueden llegar a caerse de forma repentina sobre un vehículo o persona, haciendo que queden atrapados o golpeados. Aunque lo habitual es que no pase nada, por si falla la seguridad instalada o algún elemento de los que la componen, lo mejor es no pasar mucho tiempo debajo de la misma.
- Abombamientos o roturas: Ya sea por el desgaste debido al paso del tiempo, por golpes o por estar expuesta a condiciones meteorológicas realmente duras, la puerta del garaje se puede deformar. Quizás no ocurra nada, pero conviene poner solución antes de que desemboque en algo mucho más serio. Además, tampoco debemos olvidar que no deja de ser un defecto estético que no agrada. Vale que lo principal no es su aspecto, pero todo cuenta.
Los riesgos existentes con las puertas de garaje tienen que estar siempre en tu cabeza, pero con la calma de conocer que la posibilidad de accidentes es mínima. Ten la suficiente responsabilidad de llevar a cabo buenos comportamientos con las mismas. ¡No habrá problema!
